Se abre el Telon.

 

 

 

 

Describir un encuentro casual, tras un largo periodo de tiempo de reflexión y distancia en silencio, con voz dormida, mirada apagada y sonrisa perdida, es como tener prohibido tomar un buen café y de pronto tener la libertad de preparártelo con ganas y saborearlo hasta la saciedad, en un ambiente inusual y fortuito.

 

Hoy... ni la razón ni el corazón tuvieron nada que ver, hoy nuevamente el destino hizo acto de presencia y no se realmente si para bien o para volver hacer de las suyas, el caso es que todo se volvió a trastocar, miradas van, miradas vienen, sonrisa que nunca se olvidaron y que siempre se saludan de la misma forma, aquí te veo, aquí me paro, corro hacia a ti y me da igual la razón, e inconscientemente no se, si el que vienes eres tu, o es tu corazón.

 

Me devuelves sin esperarlo fragancias olvidadas, recuerdos imborrables y sensaciones que vuelven a su tribuna preferente, a actuar como si nadie te estuviera viendo, como si alrededor de nosotros no girara nada... excepto la fuerza y la magia de lo imposible de detener.

 

hablo y hablo sin parar, sin apenas poner comas, ni puntos seguidos y mucho menos puntos y aparte, mi cuerpo es un nervio latente apunto de estallar y no se sabe por donde, mi sonrisa esta congelada como si de una parálisis facial se tratara, no controlo nada, solo las expresiones, tu mirada, tu sonrisa y puedo oler de nuevo aquello que mi olfato estaba empezando a olvidar, no es justo... o si, no lo se, pero el espectáculo duro apenas veinte minutos, el telón se volvió abrir y los personajes actuaron sin previo aviso ni papel estudiado.

 

Si tuviera que ser sincero, te diría que me encanto verte y que estabas mejor que antes de conocerte, que hubiera preferido no verte... pues si, pero como el destino es así de caprichoso, por mucho que hubiera querido correr para esconderme, no me dio tiempo, porque tu me viste antes que yo a ti.

 

A veces me pregunto... ¿ Realmente el mundo es tan pequeño como dicen ? o quizás... el Amor es demasiado grande como para esconderlo.

 

Sea como sea amigo, siéntete grande en el mundo y no trates de esconder el Amor, por muy pequeño que sea.

 

 

 

 



Dueño de ti...

 

 

 

 

Caminando solo, diviso tu caminar, una extraña sensación de añoranza veo pasar frente a mi, como si de un recuerdo estelar hiciera aparición en mi retina, a veces, confundo mi percepción con la realidad, como si de un sueño se tratara, como si de una bella película romántica hubiera visto inacabada, como si de repente, lo hubiera vivido otra vez y de nuevo se repite la historia en distintos momentos de la vida, pero con los mismos personajes.

En ocasiones logro entender lo que nunca entenderé y le busco formas, siluetas, huellas a ese caminar que conozco de alguien prácticamente desconocido. Creí haberte encontrado, pensé que esta vez si seria posible ante el desacierto del destino y la complicación del ser humano, y cuanto mas cerca te sentía, mas te alejabas sin dejar palabras, tan respetuoso y caballero, aun sabiendo que el alma de niño que dentro de ti estaba, lloraba por la distancia obligada.

 

Siento tu sentir solitario aunque acompañado se encuentre, recibo tu mirada triste aunque sonrías, y pienso que nunca tuviste que haber echo esa parada que ni tan solo tu esperabas, pero el destino te volvió a dar la oportunidad de elegir y no fuiste lo suficientemente valiente para decidir, dejaste que los demás lo hicieran por ti y eso es lo verdaderamente triste.

 

 

Ahora prácticamente ya no veo siluetas, ni huellas, ni voces o sonrisas que me hagan recordar momentos de plenitud en todos los sentidos, ahora veo una sombra solitaria y vagabunda, escondida tras una capa negra de pelo grueso incapaz de levantar la cabeza por ti mismo y volver a sonreír como realmente  brota del corazón... pero déjame darte un consejo.

 

El corazón y la razón jamás podrán ir nunca unidas de la mano

 

Creemos ser dueño de nuestro propio corazón y estamos equivocados, nuestro corazón nace en nosotros, se alimenta de la sangre que recorre nuestro cuerpo y bombea hasta que deja de hacerlo, pero nunca podremos decirle cuando lo dejara de hacer, es independiente y contra el, nada podemos hacer, tu razón en cambio te da posibilidades de elegir y en ti esta el saber acertar o no, podrás consultar y decidir, pero en el corazón no mandamos, manda el sobre nosotros y querer elegir algo que la razón te dicta cuando tu corazón te dice no, es complicado, tanto, que podemos hacerlo sufrir mucho y eso lo haría ponerse rabioso, triste, distante y porque no decirlo decepcionado y a veces una decepción duele mucho mas que un gran golpe físico.

 

Yo seguiré caminando, no puedo hacerlo por ti, pero si puedo ayudarte a que lo hagas junto a mi, solo si engañas a tu razón y le das la razón a tu corazón.

 

Un abrazo.